Avicultura, alternativa nutricional y económica para familias indígenas y afrodescendientes
Con la cría de pollos y gallinas, las familias rurales de Tumaco garantizan su seguridad alimentaria. La comercialización de huevos orgánicos mejora las finanzas de los hogares
La cría de aves de corral es una práctica agropecuaria que cada día toma fuerza en los pueblos indígenas y afrodescendientes de la costa pacífica nariñense, no solo por los bajos costos que les representa la implementación de dichos proyectos, sino también por los altos beneficios nutricionales y económicos que les genera.
Para Amparo Quiñones, emprender a través de la avicultura es tan fácil, que hace 2 años, construyó en el patio de su casa un corral de 5 metros cuadrados en el que pernoctan alrededor de 10 pollos de engorde.
Con esa cantidad de aves considera que es más que suficiente para garantizar durante 10 meses consecutivos la seguridad alimentaria de sus 4 pequeños hijos.
Asegura que en 60 días, cada ave demora en crecer y en alcanzar su máximo rendimiento. Es decir que los pollos que tiene en el solar de su casa le permiten a su familia acceder a esa proteína animal.
Durante los 12 meses del año, Amparo alimenta a las aves con arroz, plátano, yuca y otros desechos de cocina. Afirma que esos productos agropecuarios que nunca faltan en casa, hacen que la carne del pollo obtenga un delicioso sabor. Ante los buenos resultados alimenticios que ha obtenido para su familia, ahora tiene proyectado ampliar el tamaño del corral para criar gallinas ponedoras, de esa manera no solo pretende asegurar la óptima nutrición de sus hijos, sino también la permanente entrada de ingresos económicos con la venta de huevos.
Aura Canticús, indígena del pueblo Awá quien la mayor parte de su vida la ha dedicado a la cría de gallinas indica que las madres de familia del corregimiento de Llorente que se dedican a esa actividad pecuaria tienen en sus manos una verdadera mina de oro.
Pues sus más de 30 aves le garantizan el sustento diario para sus familiares. Desde los más de 15 años que se dedica a la cría y venta de gallinas, manifiesta que jamás les ha faltado a sus seres queridos el tradicional sancocho de gallina criolla.
La carne de estas aves es tan versátil que en su hornilla de leña, no solo prepara para el almuerzo diario del hogar gallina asada, sino también chuleta en salsa de ajo o filete de pechuga adobado con pimienta, cebolla y cilantro.
Para variar el menú de su familia, Aura también le saca provecho a las vísceras de las gallinas para preparar un delicioso consomé. Para ella, este tradicional alimento es muy fácil de hacer porque a parte de no requerir mucho tiempo, encanta a toda la familia por su alto poder nutricional.
Emprendimiento familiar
Gabriela Cuero, otra madre de familia que en el consejo comunitario Rescate Las Varas encuentra en la avicultura una buena oportunidad para trabajar por la paz de la región, está convencida que la cría de pollos y la venta de gallinas criollas es una excelente oportunidad para emprender en el campo. Aunque asegura que en el 2022 inició su proyecto avícola con 15 pollos y 10 gallinas, jamás olvidará que a medida que pasaban los meses el número de esas aves se triplicó como por arte de magia.
Actualmente cuenta con más de 100 aves de corral y su comercialización no falla en las fechas especiales. Por ejemplo a inicios de año cuando en Tumaco se conmemora el tradicional Carnaval del Fuego, vende semanalmente a vecinos y dueños de asaderos entre 20 y 30 pollos.
En mayo y junio cuando se rinde homenaje a mamá y a papá, indica que suele vender hasta 60 pollos. Para las fiestas de fin e inicio de año, afirma que la comercialización se incrementa en un 80% porque las vecinas, las comadres y cuñadas suelen antojarse de preparar los habituales pollos rellenos, los cuales tienen mucha acogida en las celebraciones familiares de Navidad.
Franco Quiñones pequeño productor de gallinas ponedoras del consejo comunitario Alto Mira y Frontera; asegura que la producción de huevos es el mejor renglón económico que ha conocido a lo largo de su vida.
De las 60 gallinas que tiene actualmente, destaca que diariamente obtiene 60 huevos, los cuales precisa que utiliza para el desayuno, almuerzo y cena de sus familiares. Incluso afirma que varios huevos los vende entre sus vecinos.
Con su emprendimiento está convencido que lo tiene todo, porque las gallinas no solo le garantizan la alimentación, sino también los recursos económicos que necesita para los gastos diarios de su hogar.
Un panal de 30 huevos lo vende en $18.000, mientras que una gallina dependiendo del tamaño la comercializa entre $50.000 y $60.000. Estos alimentos de fácil acceso, subraya que son muy apetecidos para la preparación de los platos tradicionales de la región.
Por ejemplo para la preparación del tradicional pusandao, indica que después de las carnes tradicionales, la gallina y los huevos, son indispensables.