Cali es una mezcla de culturas, razas, bailes y, por supuesto, de sabores, como el del ‘Cholao’. Sí, así le decimos acá, sin d.
Lo que nació como una bebida a base de hielo ‘raspao’ con melado, para calmar los calores que hacen en la ‘Sucursal del cielo’, tuvo una evolución cuando a esta receta se le agregó fruta picada. Inicialmente eran tres: piña, lulo y limón, a lo que algunos llamaban ‘las tres niñas’.
Hoy en día esta refrescante preparación sigue evolucionando, pues aparte de las frutas mencionadas, se le agrega manzana verde, fresa, uva, banano, papaya, melados de diferentes sabores y leche condensada; aunque dependiendo el lugar, se pueden encontrar más ingredientes, todo estriba de la creatividad.
Las Canchas panamericanas son el punto de venta más tradicional del ‘Cholao’ en Cali, la mayoría de los deportistas que transitan por el sector diariamente han hecho famosa esta zona y es una parada, casi obligatoria, de los turistas que visitan la capital vallecaucana, convirtiéndose en una herencia gastronómica desde 1960. Y es precisamente en este sector donde cada año se realiza el Festival del Cholado, que reúne a vendedores de toda la ciudad y se premian a las más ricas y creativas preparaciones.
El Cholado ha sido la fuente de ingresos de muchas familias que han salido adelante con este producto, una labor que se ha heredado entre generaciones, como lo cuenta Nasly Velasco, vendedora y una de las organizadoras del Festival.
“El ‘Cholao’ llegó a nuestras vidas porque mi abuelo paterno Pedro Raúl Velasco Montero -`El Cacique´-, aprendió, le gusto y empezó a venderlo en Jamundí desde hace cinco décadas (…) luego llegamos a Cali y nos establecimos, allí lo heredo mi papá y mis tíos, cada uno montó una franquicia o sucursal, cada uno con su toque particular. Mi papá me lo heredo a mí y ahí vamos, mi hija también está muy interesada en mantener esta tradición familiar, con ella sería la cuarta generación de choladeros”, señala.
Nasly le debe su sustento y el de los suyos gracias a la venta de este manjar vallecaucano. “Soy empresaria, profesional en diseño industrial gracias a este lindo trabajo; aun así, sigo ejerciendo como vendedora por elección, por gusto y sé que muchos de los choladeros con quien compartimos hoy son técnicos y profesionales, aquí hay familias numerosas que han podido sustentar sus hogares con la venta de Cholado”.
Este producto tradicional es tan importante para los caleños que se encuentra en cuatro grandes puntos de la ciudad, pero también se puede conseguir en casi todos los barrios, aunque hay que decir que no es exclusivo de Cali, pues en los parques de los 42 municipios del Valle, muy seguramente, por lo menos uno o dos puestos de venta, se pueden encontrar.