Y vivo todavía, el nuevo libro de Jotamario Arbeláez después de resucitar

En noviembre de 2022, las redes sociales, los medios y los amantes del nadaísmo amanecieron con la noticia falsa del fallecimiento de uno de Jotamario Arbeláez, noticia que el mismo poeta tuvo que desmentir en uno de los programas de la mañana de la misma emisora bogotana que había dado la primicia sobre su muerte.

Una broma publicada en una red social por uno de sus amigos había sido malinterpretada por los medios y así se fue construyendo una bola de nieve que solamente el mismo Jotamario pudo deshacer.

Gracias a este particular suceso, el poeta, publicista y periodista nacido en Cali en 1940, fundador, al lado de Gonzalo Arango, del nadaísmo en 1958, decidió unir sus textos y cercanías que ha tenido con la muerte en un libro al que le dio por título: “Y vivo todavía”.

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La Radio Nacional de Colombia conversó con Jotamario acerca de su libro y del día en que supuestamente falleció.

“Fue una experiencia tremenda que después se ha vuelto pintoresca. En realidad, por esa época yo sí estaba en la Clínica Marly de Chía por unos trombos que me habían encontrado en los pulmones. Me puse de chicanero a tomar una foto en cama para las redes, y había unos amigos poetas celebrando el cumpleaños de uno de ellos; eran Juan Manuel Roca, Fernando Herrera y Santiago Mutis. Fernando Herrera creyó haber visto en las redes que el nadaísta había fallecido. Fue así como Juan Manuel Roca publicó un escrito acerca de mi trabajo y eso se interpretó como mi muerte, y se coló a la W y otros medios”, contó Jotamario.

La noticia llegó en la madrugada del 29 de noviembre y a las 6 de la mañana llamó al poeta Julio Sánchez; éste le contestó y, con la sorpresa del periodista y todos los medios, Jotamario desmintió su muerte.

“Yo era de los pocos nadaístas que nunca trató el tema de la muerte, ni en la adolescencia, ni en la edad adulta, ni ahora que estoy en los 84; sin embargo, desde hace unos 6 años que vivo en Villa de Leyva, en las noches, no sé por qué, me asaltó el tema de la muerte y mis columnas de El Tiempo y del País de Cali hablan del tema de la muerte, y gracias a eso, parece que la muerte se sintió tocada y me dio esta alerta a través de este equívoco y he podido contar en este libro mis coqueteos con la muerte”, dijo el nadaísta. 

El libro está dividido en 4 estancias:

• En la primera están sus cercanías con la muerte en la infancia y adolescencia, bajo el título Nadie se muere en la víspera: “Cuando estallaron en Cali los camiones de dinamita en 1955, cuando la matanza de la casa liberal, cuando me persiguió el monstruo de los mangones y cuando leí en un informe médico que poseía un cáncer maligno”, dijo el poeta.
• La segunda parte traslada casi todas las columnas sobre la muerte que ha escrito Jotamario Arbeláez. “En esta me centro en mis pretendidas orgías con La Pelona; mientras mi mujer duerme indiferente, me suele visitar en la sala la muerte, por lo general en forma de una bella actriz de cine, coqueteándome. Yo con mi vaso de whisky y ella con su vaso de hielo, nos ponemos a hablar de los misterios de la existencia y hasta del diablo, al que ella no le guarda ninguna simpatía”, cuenta Jotamario.
• Y así nos va contando cómo este poeta ha sido el único que le ha tocado el rabo a la muerte y ha sobrevivido para contarlo y celebrarlo.

En el mundo occidental, la muerte es casi un tema tabú, pero el nadaísta Jotamario Arbeláez le da un tinte juguetón y sensual:

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"La parte sensual que siempre he tratado en mis temas literarios me sirve para hacer reflexiones metafísicas incluso, sin el tema macabro, que heredo de las lecturas de Edgar Allan Poe. Este libro tiene el encanto de contar en más de 80 textos las intimidades del ser a través del fenómeno natural que es la muerte, que no hay que tenerle miedo; a lo que hay que tenerle miedo es a los asesinos. Otra parte de la literatura nadaísta que denunció los agravios contra la dignidad humana a través de quienes usaron la muerte, sin permiso de ella, para acabar con la ciudadanía”, explica Jotamario.

Y vivo todavía, de Editorial Planeta, tiene prólogo del dramaturgo y cineasta Sandro Romero Rey; ya está en todas las librerías.